lunes, 5 de noviembre de 2018

¿Y ENTONCES QUÉ, VICEPRESIDENTA?

   Esta semana, mientras la ministra de seguridad nos invitaba a armarnos libremente (no a amarnos, no confundir), la vicepresidenta le pegaba un tiro al trabajo formal: “hay que generar uno mismo su trabajo, porque la oferta laboral de las empresas va a ser muy chiquita”. Y sin solución de continuidad, en mi trabajo, la empresa nos informaba que nos iba a pagar el sueldo en dos partes “por la situación crítica del país”. La próxima será una parte, si se puede. Y la siguiente, ya se sabe. El guión neoliberal.
   La presunción de que un gobierno de empresarios iba a ser ferviente enemigo de los trabajadores se confirma hora a hora. Y no es sólo ya que los trabajadores somos un costo: somos sospechosos. El discurso dominante dice que los asalariados ganamos más de lo que merecemos, sea cual sea la profesión o el oficio. Nos quedamos con algo que “no nos corresponde”. El mismo presidente enarbola esa bandera. Y entonces no sólo somos costosos y sospechosos de vagancia, sino enemigos del resto de la sociedad “emprendedora” que “se rompe el lomo” para ganar el mango.
   La pregunta es, ¿cuánto hay que romperse el lomo para ganar lo que nos correspondería? ¿8 horas de lunes a viernes está bien? ¿12 horas...? ¿O hay que sumarle sábados y domingos, con paga normal? ¿O sin paga? ¿O todos los días, todas las horas que sean, si te necesitan? ¿O nada, si no te necesitan? Lo quieren decidir ellos, los patrones, a discreción. Y lo piden a gritos: salen impúdicamente a reclamar la modificación de los convenios colectivos de trabajo. No para pagar menos: para echar gratis. Algunos patrones incluso critican al presidente por la situación que los obliga a recortar y recortar... Gatopardismo.
   Y entonces, a los que nos alcanzaba para vivir, ya no nos alcanzará, ¿no? Así que, bueno: emprenderemos el camino de los pancitos rellenos. Y saldremos a vanderlos. Y entonces, una panadería venderá menos. Y entonces, va a tener menos ingresos. Y entonces no podrá pagarle a sus empleados. Y entonces tendrá que ajustarse porque tampoco puede pagar las tarifas. Y entonces tendrá que echar empleados. Y entonces esos empleados despedidos tendrán que "generar su trabajo". Y entonces saldrán a vender pancitos rellenos. Y entonces los que ya vendemos pancitos rellenos, venderemos menos. Y entonces dejaremos de vender pancitos rellenos. Y entonces... Y entonces... ¿Y entonces qué, vicepresidenta?


                                                              3 de noviembre de 2018.

No hay comentarios:

Publicar un comentario